La crisis del COVID-19 paralizó al mundo y la industria turística no fue ajena a este fenómeno sin precedentes, pues los gobiernos de todo el mundo decretaron el cierre de fronteras, así como la clausura temporal de hoteles, restaurantes, museos, centros culturales y complejos monumentales que a diario recibían a miles de visitantes. 

Para analizar esta problemática, Noticias FCCTP conversó con el Mg. Fabrizio Alberca Sialer, docente e investigador de la Escuela Profesional de Turismo y Hotelería de la USMP, quien profundizó en los desafíos que este sector debe emprender tras el fin del aislamiento social obligatorio y el papel que juegan los visitantes en el proceso de reactivación económica. 

El plan de reactivación económica propuesto por el gobierno contempla el reinicio de las actividades del sector turístico. En tal sentido, ¿cuál es el panorama que se vislumbra para esta actividad a corto y mediano plazo? 

Durante los primeros meses del proceso de reactivación económica, la prioridad de las organizaciones del sector turístico se centrará en adecuarse a los protocolos de salubridad, lo que incluirá el distanciamiento social y la incorporación de estrategias digitales para atender los requerimientos de los turistas. Asimismo, los visitantes adquirirán nuevos patrones conductuales e ingresarán, por ejemplo, a recintos monumentales con aforos reducidos.  

En el mediano plazo, la recuperación de la confianza será un factor clave para lograr que el flujo de viajeros se incremente y las empresas recuperen el tiempo perdido a raíz de la crisis del COVID-19. Sin embargo, considero que algunas prácticas han llegado para quedarse y a partir de hoy es fundamental que todo restaurante, museo o centro cultural cuente con ambientes desinfectados, lo que asegurará una experiencia satisfactoria.   

¿Qué acciones deberían poner en práctica las organizaciones dedicadas al turismo interno ante la coyuntura?  

A pesar del término de la cuarentena, las organizaciones dedicadas al turismo deben velar por la salud de sus colaboradores y la seguridad de sus visitantes. Por otra parte, es necesario que estudien el perfil del nuevo viajero y analicen los cambios que sus públicos de interés han experimentado a partir de los acontecimientos suscitados en los últimos meses. Del mismo modo, es necesario que las micro y pequeñas empresas del sector se agrupen en asociaciones o gremios a fin de asegurar su continuidad en el tiempo.  

¿A qué públicos debe apuntar el sector turístico durante esta etapa de reactivación económica? 

El turismo interno debe apuntar principalmente a los jóvenes por ser el grupo poblacional con menor riesgo de contraer cualquier enfermedad infectocontagiosa. Sin embargo, las empresas no se deben limitar a este público sino que deben contemplar la posibilidad de especializarse en distintos grupos etarios, de manera que les brinden momentos inolvidables que reemplacen a los circuitos convencionales que se ofrecían antes de la aparición del COVID-19. 

¿Cuáles son los elementos que caracterizan al turista del siglo XXI? 

Actualmente, los turistas poseen gran conciencia ambiental, lo que ha originado que sus gustos y preferencias se inclinen hacia aquellos destinos que promuevan una gestión abocada al cuidado y respeto por los ecosistemas. Además, se trata de personas que sienten un profundo respeto por todas las culturas, a tal punto que se muestran dispuestos a vivir experiencias enriquecedoras de tipo rural y gastronómica, por mencionar dos ejemplos.  

Al respecto, el profesor Daniel Hiernaux acuña el término masa de turistas, en alusión a la individualización de los visitantes pese a la cantidad de viajeros que se movilizan alrededor del mundo. Así, este constructo teórico demuestra que el viajero del siglo XXI desea un trato diferenciado del resto. Además, manejan a la perfección los equipos tecnológicos y buscan referencias del lugar que van a visitar a través de las redes sociales o blogs especializados.  

¿Qué medidas considera que el Estado debería tomar en favor del sector turístico?  

El sector turístico se encuentra sumamente golpeado por esta paralización forzosa pero necesaria, debido a que implica grandes pérdidas económicas para todas las personas que dependen directa o indirectamente de esta actividad. En ese sentido, se debería alentar la creación de programas similares a Reactiva Perú así como la instauración de estímulos fiscales y tributarios, medidas que convertirían a la formalización en una posibilidad atractiva para los pequeños empresarios.  

Tomando como ejemplo el caso de Portugal, resultaría interesante que el Estado trabaje de la mano con PromPerú en la creación de un sello turístico de calidad y salubridad que garantice la seguridad de los visitantes. Finalmente, existe un compromiso pendiente con la seguridad ciudadana. 

¿Cuál es la visión que deben desarrollar los profesionales del campo turístico tras el fin del aislamiento social obligatorio?  

Los profesionales del sector turístico deben comprender la importancia de la sostenibilidad como práctica transversal y cotidiana, debido a que el desarrollo de esta industria dependerá de su relación con el entorno. A su vez, la coyuntura los obliga a convertirse en aliados de las nuevas tecnologías y a dominar plenamente los aplicativos así como las redes sociales.  

Finalmente, la persona encargada de brindar un determinado servicio está obligada a ser  empática,  de manera que el viajero  guarde un grato recuerdo del destino visitado. 

¿Es posible afirmar que el patrimonio es un conjunto de expresiones que se encuentran en el presente y se proyectan al futuro? 

En efecto. Toda expresión cultural es parte de nuestra identidad porque llega hacia nosotros y la atesoramos de forma temporal, pero debemos preocuparnos por lograr que las siguientes generaciones sean conscientes de la responsabilidad que involucra este desafío. En ese contexto, es necesario que todos los ciudadanos fortalezcan su identidad como parte de un grupo, especialmente aquellos que se desempeñan como profesionales en el mundo turístico, quienes ofrecen el patrimonio a los visitantes, lo que implica una gran responsabilidad. 

El patrimonio es el hito que delimita nuestra identidad. Si no tenemos hitos, nuestra identidad quedará deformada y sus bases se irán modificando a través del tiempo. Por ello, tenemos que preservar los elementos que dan vida al patrimonio. 

NW0127 – ACE2020/OH