Desde el 2019, la Facultad de Ciencias de la Comunicación, Turismo y Psicología de la Universidad de San Martín de Porres apuesta por el desarrollo sostenible del país fomentando un mayor protagonismo en las acciones dirigidas a contribuir con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) entre los miembros de la comunidad universitaria a través de la Oficina de Sostenibilidad, ente perteneciente a la Dirección de Educación Continua, Internacional, Sostenibilidad y Seguimiento al Graduado. 

Este importante órgano de línea es liderado por la Dra. Amybel Sánchez de Walther, catedrática principal de nuestra casa de estudios con más de 25 años de experiencia en el campo de las Relaciones Públicas, lo que le ha permitido ocupar puestos de gran envergadura como la presidencia de la International Public Relations Association (IPRA) durante el año 2015. Además, ha desarrollado una incesante labor académica al interior de la USMP y fue pieza clave para que en el 2012 nuestra casa de estudios reciba el IPRA President’s Awards. 

Actualmente, ocupa el puesto de delegada de investigación académica en el comité directivo de la Global Alliance for Public Relations and Communications Management, confederación mundial que representa a 280 mil académicos de todo el mundo y se encarga de promover la importancia de la comunicación como punto de partida para entablar relaciones fructíferas. 

A lo largo de esta entrevista, ahondaremos en el origen del modelo de sostenibilidad en las organizaciones, el rol que cumplirá este modelo de desarrollo tras el fin de la crisis del COVID-19 así como el papel que desempeña la Facultad de Ciencias de la Comunicación, Turismo y Psicología en dicha materia.

¿En qué contexto surgió el modelo de sostenibilidad en las organizaciones? 

Este modelo adquiere una gran difusión tras la publicación del Informe Brundtland de la ONU, a finales de la década del ochenta. Sin embargo, ya existían movimientos y prácticas organizacionales anteriores a la aparición de dicho documento como partidos verdes, organismos y colectivos ecológicos, quienes mostraban su preocupación por el impacto medioambiental que se estaba produciendo en el planeta y trataban de plantear propuestas alternativas para evitar el colapso ecológico, tales como el desarrollo de energías renovables, la optimización de procesos de recolección y reciclaje. 

En la actualidad, el enfoque sostenible tiene un corpus más abigarrado y sus principales vectores se encuentran definidos con claridad en la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible, avalado por la ONU a inicios del 2016. En la mencionada agenda se enumeran una serie de objetivos que giran en torno al cambio climático, el consumo y la producción responsable, así como la lucha contra el hambre y la pobreza, energías renovables, y educación de calidad, entre otros aspectos que se debaten en el escenario contemporáneo. 

¿Qué factores han originado la progresiva incorporación de este enfoque sostenible en las organizaciones del mundo?  

La amplitud de las operaciones de las organizaciones ha adquirido, en los últimos años, un rasgo más glocal, es decir, tiene incidencia tanto en el plano local-regional, como en el internacional. En ese sentido, las prácticas propias de la sostenibilidad están expandiéndose en diferentes países y sectores de producción y servicios. Asimismo, la creciente aceptación de este enfoque en los diferentes públicos relacionados con la organización hace que el enfoque sostenible se vuelva una exigencia y acreditación que valida la posición de la empresa dentro del entramado social. 

De acuerdo con un estudio de la Universidad ESAN, solo el 5% de las organizaciones peruanas implementa el enfoque de sostenibilidad en sus operaciones, ¿A qué se debe esta situación? 

Como toda estrategia extensiva y profunda de gestión, el enfoque de sostenibilidad exige el compromiso, tiempo y recursos de una organización. En el Perú, sólo algunas empresas han asumido dicho enfoque, sobre todo por la naturaleza de su rubro y giro de negocio, especialmente a nivel alimenticio, minero, y energético; los cuales tienen una mayor implicación e impacto en las poblaciones aledañas a las operaciones. En todo caso, creemos que tras la experiencia adquirida en estos últimos meses, aparte de los lineamientos de la llamada “nueva normalidad” pospandemia, la sostenibilidad será tomada en cuenta y asimilada por un gran porcentaje de empresas en el Perú. 

Ante el contexto de emergencia sanitaria que vivimos por la expansión del COVID-19, ¿Cuál es el rol que deben asumir las organizaciones? 

Nos encontramos en la fase 2 de reactivación económica. Tras ir superando paulatinamente la incertidumbre y el temor generados desde marzo por el arribo de la pandemia en nuestro país, lo que urge en esta segunda mitad de junio es que las organizaciones apoyen y respeten las medidas de prevención brindadas por las autoridades gubernamentales. Del mismo modo, la implementación de dichas directrices deben estar acompañadas de su respectiva difusión entre los colaboradores y stakeholders, con la finalidad de no solo hacer viable dichas prácticas, sino también para ofrecer a los diferentes públicos la confianza y la solidez que una empresa necesita como impulso necesario para seguir adelante en un contexto difícil y complejo como el actual. 

Si se logran esos objetivos, en el mes de julio, cuando se produzca el levantamiento completo de la cuarentena, se podrá efectivamente proseguir con las actividades propias de normalización que contribuirán a la recuperación financiera y a alcanzar los índices de desarrollo y bienestar registrados en los primeros dos meses de este 2020. 

¿Qué acciones de sostenibilidad implementa la Facultad de Ciencias de la Comunicación, Turismo y Psicología de la USMP? ¿Cuál es el valor de cada una de ellas? 

Debido a la naturaleza y al sector donde operamos, las acciones de sostenibilidad de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, Turismo y Psicología de la USMP están enfocadas en la población estudiantil. Al ser una generación más interconectada y consciente de la problemática global, nosotros buscamos que el activismo virtual (slacktivism), así como la voluntad e interés que muestran los estudiantes en los social media se torne en una participación real y con un impacto directo en la comunidad. El valor de estas acciones reside en una experiencia de intercambio y reconocimiento de nuevas perspectivas y enfoques para poder solucionar los problemas que, en la actualidad, están presentes en la población y que se han agravado agudamente durante el periodo de confinamiento y aislamiento por el COVID-19.

NW0111 – ACE2020/OH